Al principio me está costando cogerle el tranquillo porque la maquina es diferente a la antigua mía pero poco a poco voy quedandome con ella. Eso si, lo que no consigo es enhebrar la aguja con el enhebrador automático, ¿curioso, no?, lo tengo que hacer como toda la vida, aguzando el pulso y la vista, pero con el hilo de naylon, transparente, pierdo la paciencia.
El acolchado libre es un flipe, pues en un momento te rellenas un buen trozo. Creo que a fuerza de practicar me irá saliendo mejor.
Estos son unos pañitos que pongo en los sillones donde se ponen los gatos, la verdad que no se si para reservarlos de los pelos o para que ellos esten tiernecitos....
Estos los acolché a mano
y este lo acolché ayer con la máquina, practicando el acolchado libre.
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